Aston Martínez AM1: el sueño de Apoderao. Breve
historia de un éxito
Desde pequeño, Apoderao sentía una fascinación
especial por los coches. Mientras otros niños jugaban con sus
juguetes, él pasaba horas observando los coches que pasaban por su
calle, imaginando cómo sería conducir uno de esos vehículos rápidos
y elegantes. Su sueño no era sólo tener un coche deportivo,
sino construir con sus propias manos un coche que fuera perfecto,
con dos cojones. Por eso Apoderao está donde está, en lo más alto.
A medida que Apoderao crecía, su pasión por los
coches aumentaba. Pasaba las tardes en la biblioteca, devorando
libros sobre mecánica del automóvil (después de terminar con el
Playboy, por supuesto). En el colegio, sus profesores notaron su
talento innato para las matemáticas y la física, y le animaron a
estudiar ingeniería cuanto antes, para no verlo.
Después de terminar sus estudios, Apoderao puso en
marcha varios negocios exitosos y venga de gestionar que culminaron con la creación de
Apoderao Online Corporation, un holding de gran prestigio radicado
en las Islas Caimán. Sin embargo, su sueño de construir su propio
coche deportivo seguía vivo. En sus ratos libres, se dedicaba a
planificar su proyecto. Sabía que no sería fácil, pero estaba
decidido a hacer realidad su sueño, su marca: Aston Martínez.
El primer paso fue dedicar al proyecto los recursos
necesarios. Apoderao invirtió parte de las ganancias de su holding y
contrató a ingenieros de gran nivel que emplearon varios meses
diseñando el chasis, el motor y todos los detalles. Quería que
el coche fuera perfecto, no le valía otra cosa.
Finalmente, después de dos
años de arduo trabajo, el primer prototipo ya está terminado.
Apoderao ha creado un coche
rápido y espectacular. Apoderao ha logrado su sueño. El coche
perfecto existe: Aston Martínez AM1.
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